Tras la última carrera de “El Cigala” el día 26/04/2009, donde solamente pudo ser 6º, nos asaltaron muchas incógnitas y preguntas que poco a poco hemos podido ir contestando. No es difícil entender que nos costó digerir la poca brega que el nuestro dio en esta carrera, donde ganó bien Kiffer, a quién desde estas líneas y con algo de retraso queremos felicitar, pero el infortunio en forma de salud, estaba ya sobrevolando nuestros boxes.
Foto cedida por Equijar (C)
Tras la carrera, nos encontramos a un “Cigala” cariacontecido, consciente de que algo no había salido según lo planeado, muy agitado, incluso diría que descontrolado, sudaba de lo lindo tras haber realizado un tremendo esfuerzo, que por otra parte no había servido de mucho, pero lo que más llamaba la atención era su forma de respirar, intentaba comerse el aire a bocanadas, tenía prisa porque el oxigeno llegase a sus pulmones, sus ojos enrojecidos querían romper a llorar, ..., el momento fue bastante duro al entender que algo de lo que estaba ocurriendo no iba bien, aquello no tenía buena pinta.
Dimos las oportunas ordenes a nuestro “prepa”, para que cuanto antes se comenzara a revisar al caballo, que se le realizaran todas las pruebas que el veterinario considerara, teníamos que saber más sobre lo ocurrido. No fueron suficientes la primera revisión y endoscopias en el Hipódromo, decidimos que “El Cigala” pasase tres días en la Clínica Universitaria Alfonso X El Sabio, donde se trató de simular el esfuerzo en carrera del caballo y se le realizaron pruebas en esfuerzo y movimiento. Finalmente teníamos un diagnóstico: Desplazamiento Dorsal de Paladar Blando, que unido a una inoportuna Hiperplasia Faringea, que al parecer había avanzado en los días anteriores a nuestra última carrera, habían mermando sus posibilidades de éxito.
No eran precisamente buenas noticias, pero al menos si albergamos esperanzas reales de que nuestro caballo, pudiese salir adelante y recuperale para la competición.
Tras darle muchas vueltas a como actuar, optamos junto con Jesús, a realizar un tratamiento para sanar la hiperplasia, a base de antibióticos y antiinflamatorios, que por fin y tras 10 días recuperaron su buen humor, sus ganas de jugar en el box y sus ganas de volver a entrenar por la mañana y salir a la pista, los plazos se iban cumpliendo y el caballo con muy buen aspecto, pedía volver a la competición, aspecto que por otra parte, era necesario para conocer si el desplazamiento de paladar, debía ser tratado en mayor profundidad.
Actualmente en nuestra cabaña equina de PSI en competición, hay un número indeterminado de casos que compiten de forma exitosa, sin que para ellos represente un problema. Esta enfermedad es congénita y mejora de forma espontánea, con la edad del caballo, según el equino va madurando, el desplazamiento va corrigiéndose, hasta que casi en algunos casos llega a desaparecer.
Los entrenos, estaban siendo buenos y El Cigala apuraba forma para mostrarse más contundente en su siguiente compromiso, que hubiera llegado el 24/05/2009 en una “C”
para 3 Años Nacionales sobre 1.800 metros, pero que ya no llegará. El final de esta historia de “Competición” está llegando a su fin...
... Eran las 10:25 horas de la mañana del 13/05/2009 cuando recibí por sorpresa, pues no acostumbramos a charlar a esas horas, de nuestro “Prepa”: ¡Hola niño! ¿Cómo estas?. Preocupado me dejas, cuando me llamas a estas horas. Mis sospechas se convertían en realidad en los siguientes segundos. Se ha “lesionado” esta mañana temprano tío, haciendo un canter en la pista interior; al cambiar de mano he notado que ha hecho un extraño, en decimas de segundo se veía que algo no iba bien, lo he parado y me he bajado. Al ir preparado con vendajes y protecciones, el caballo ha aguantado bien hasta llegar a su box, pero al descubrirle para hacerle la primera revisión, su mano delantera derecha, ha empezado a inflamarse más, ha llegado el veterinario y le hemos pinchado para calmarle el dolor, ha ido a buscar la máquina para hacerle unas placas, en cuanto sepa algo te cuento ....
Un tremendo escalofrío subía por mi cuerpo, al escuchar estas noticias, parecía que algo que había vivido ya por dos veces en el último año, volvía a ocurrir (primero Hermes, después Vegia). No quería creer, que nuestro “Cigala” iba a tener este mal infortunio. Las radiografías me iban a dar la razón, pensaba yo ..., pero no somos dueños de las circunstancias y, a las pocas horas se confirmaba el peor de los pronósticos Fractura del 3º Metatarsiano de su mano delantera derecha. A partir de ese momento, empecé a consumir información sobre esta dolencia, como si mi propia vida fuese en ello, artículo tras artículo, intentaba convencerme de que tenía fácil solución ..., pero las cosas nunca son tan fáciles.
Es impepinable que pasase por el quirófano para poder continuar en competición, la fractura a pesar de parecer limpia siempre tiene sus complicaciones, es necesario meter unos clavos para sujetar y ayudar a soldar el hueso. Las garantías, ... son las que son y nadie puede asegurar una total recuperación, para volver a las pistas sin secuelas, nuestro “Cigala”, nunca podría ejercer de semental, está castrado, no es un caballo de Grupo, ni de Listed,... Sí es cierto, es mucho más modesto que todo eso, pero es mi caballo, en el que un día deposité mis ilusiones, mi cariño, mi amor por estos animales y hoy pensando en que es lo mejor para él, en que vamos a darle una vida digna, bien cuidado, con otros de su especie rodeándole y sin poder evitar que las lágrimas se apoderen de mis ojos, mientras termino de escribir este párrafo, debo anunciaros que “EL CIGALA” ya nunca volverá a “Competir”.
