viernes, 19 de diciembre de 2008

Mover los palos ...

Durante el trascurso de la semana, y en los momentos que he podido dedicar a mi hobbie y pasión, me ha pasado varias veces por la cabeza, ... Sí es verdad el Turf, además de muchas otras definiciones, admite sin paliativos la denominación de “Deporte de riesgo”, en donde los jockeys buscan junto a su maneras y montas la mejor de las suertes ..., a veces está de cara y ellos mismos no se explican la facilidad con la que ganan, todo sale como si del rodaje de una película con final feliz se tratara. Pero otras muchas veces, sale la cruz y en esas ocasiones por muy bien que lo hagan, tendrán la poca fortuna de encontrar una pista embarrada que incomodará al caballo que llevan debajo, o se resbalará y perderá las manos, ... todo ello forma parte de éste, nuestro espectáculo.

Dentro de un mes nadie se acordará de que Atlántico perdió la carrera de los 30.000,00 € para Nacionales, por encontrarse con un carril interior que era más parecido al “Blandiblu”, que a una pista de hierba. Tampoco recordarán que Dolor de Alma tras marcarse un excelente recorrido en punta, volviese a tener la misma mala suerte que corrió el primero ya citado.

Afortunadamente la temporada en un aspecto tan poco vistoso como negativo, se está salvando sin un tremendo impacto en lo que ha número de lesionados en pista se refiere, que hayan requerido adoptar medidas drásticas, para evitar el sufrimiento de nuestros fieles y admirados caballos, recuerdo los casos de “Sardis Road”, “Midnight Beauty”, “Magique City”, seguro que alguno más se me escapa, ... Tampoco me olvido de aquellos a los que aunque la mala suerte les acompaño, salvaron sus vidas y hoy se encuentran retirados de la competición.

Aún así y llegados a este punto, en el que dos caballos como Atlántico y Dolor de Alma, han estado cerca de engordar esa lista, o la de los ya mencionados lesionados y no retirados de la competición, no es menos cierto que debemos exigir a las Sociedades Organizadoras, que velen por mantener en un estado de conservación óptimo sus pistas.

No sólo me refiero a Dos Hermanas, sino a La Zarzuela, Lasarte, ... que es donde hemos tenido la poca fortuna de encontrarnos las situaciones de más resonancia, que todos se den por aludidos, los citados y los no citados (bien es verdad que en pistas de arena y fibra este problema no es tan acusado, aunque nunca afirmaré que llegue a 0). No es la primera vez, que en un Hipódromo español se mueven los palos de posición, con un par de metros en el caso que actualmente tenemos entre manos “Dos Hermanas”, sería más que suficiente dejando que el interior de la pista, castigado en exceso por la climatología y el devenir de las jornadas, se recupere durante los próximos 15 días.

Tras este período y aunque suponga un trabajo extra, los palos volverían a su posición original y todos tan contentos. No es una cuestión de excesiva dificultad, pero si es excesivamente importante velar por la seguridad de jockeys y caballos. Empecemos por hacer bien las pequeñas cosas y sembremos unas bases mínimas para que el espectáculo, continúe solo siendo eso: ESPECTÁCULO en letras mayúsculas.

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